Yo, asesino Guión Ediciones Premios Prensa Vídeo
Para explicar mejor el proceso creativo de Yo, asesino quiero mostrar los bocetos de la página 21, adjunto su texto respectivo que proviene del guión.

PÁGINA 21
Viñeta 1.-
El plano se abre hasta dar cabida a los dos personajes de cuerpo entero. Enrique empuja el cuerpo de Flores para que se balancee sobre el lienzo. Resulta evidente el paralelismo o, mejor, el contrapunto macabro con las viñetas 83 y 84 en las que éste, vivo y sonriente, salpicaba pintura colgado de la cuerda. Aunque a esa distancia no podemos verlo con detalle, la sangre (en rojo) escurre sobre el lienzo al tiempo que el cuerpo inicia su vaivén de columpio. Escurre desde el cuello y desde las muñecas.
CARTUCHO.-
Gustavo Flores ofrecía la mejor materia prima para iniciarme en la performance… No podía desaprovecharla…
Viñeta 2.-
El plano se abre hasta hacerse casi general y abarcar una visión prácticamente completa del estudio. Cumplida su faena taurina-artística-criminal, Enrique se dispone a abandonar la escena. Viene hacia el primer plano donde, se supone, está la puerta. Tras él, la figura de Gustavo Flores se balancea, impulsada todavía por el empujón de su asesino. Y, al mismo tiempo, se vacía. Casi imperceptibles a esta distancia, unos hilillos de sangre roja gotean sobre el cuadro extendido en el suelo.

La viñeta recuerda, en tamaño y disposición, la 81, con la que se iniciaba este episodio. Allí Enrique entraba ante un Flores encaramado y sonriente. Aquí se marcha dejando tras de sí su cuerpo cabeza abajo. También ha cambiado la iluminación. Como prueba del paso del tiempo, la escena se ha ido oscureciendo. Ahora atardece y objetos y figuras quedan en penumbra.
CARTUCHO.-
En realidad ni siquiera lo pensé… Simplemente me dejé llevar por su propios planteamientos… Aunque introduciendo alguna diferencia…
Viñeta 3.-
El plano sigue siendo general, pero más centrado en el cuerpo de Flores. Está perdiendo impulso pendular y apenas se balancea. Enrique se ha ido dejando tras de sí el cuerpo sin vida del “actionpaintista”. Con esta iluminación y el leve chirrido de la polea, la escena resulta macabramente desoladora. El cadáver apenas sangra pero, a esa distancia y a pesar de la creciente oscuridad, se distinguen las trazas por cuello, cara y manos. La bicromía resalta la sangre y las escasas gotas que todavía caen sobre el lienzo.

CARTUCHO.-
Transformé su frívolo balanceo sobre el lienzo en una auténtica, radical y muy castiza “sangría painting”…
ONOMATOPEYA DE POLEA.- Ñeeeccc
Viñeta 4.-
Muy similar a la 100. La viñeta coincide con el cuadro. Pero ya no queda casi ningún hueco blanco y no distinguimos la textura del lienzo. Ha quedado cubierta por la sangre que, en diversas capas, tonalidades e intensidades componen un cuadro que, sin ser figurativo, tampoco se podría considerar abstracto. Es el asesinato hecho arte. Más aún, el flujo esencial del artista destilado plásticamente. Todavía cae sobre él una última gota que apenas salpica.
[…] Lápices de Keko Ediciones […]