
Para la revista Ayer (Historia contemporánea) y el congreso “PENSAR CON LA HISTORIA DESDE EL SIGLO XXI” / XII Congreso de Historia Contemporánea, Madrid 17, 18, y 19 de Septiembre de 2014, y el seminario, “Memorias del pasado, acciones del presente: Los pasados violentos hoy”.
“Trauma y tebeo: Representación del pasado violento en la novela gráfica española”.
¿Cuáles son los medios de comunicación por los que se puede, o se debe, comunicar las memorias de historias violentas en una comunidad? ¿Cuáles son las circunstancias políticas en las que la narración de tales historias puede surgir? Durante muchas décadas en España, había relativamente poca discusión directa y pública acerca de los violentos años a principios del siglo XX en el país. Quizás inevitablemente, sin embargo, y en marcado contraste con lo que se había visto antes, una enorme cantidad de novelas y películas sobre la Guerra Civil y la posguerra, junto con una avalancha metafórica de estudios académicos y conferencias, al turno del milenio actual: casi setenta años después del fin de la Guerra Civil. Esfuerzos recientes y polémicos para “descubrir” el pasado español incluyen el desentierro literal de cientos de fosas comunes, y la declaración de 2006 como el “Año de la Memoria Histórica.” Coincidente con esta efusión, pero explorado apenas superficialmente en círculos académicos, hay un grupo notable de novelas gráficas españolas que representan, recuperan, y lloran la pérdida de la memoria histórica. Se enfocan en temas de violencia, memoria, olvido, y trauma intergeneracional. Un número considerable de estos libros fueron galardonados con el Premio Nacional del Cómic Español (establecido en 2007).
Aprovechándose de la fuerte labor existente sobre el papel de la literatura y el cine en el proceso de la recuperación de la memoria histórica, y de la larga estela de Maus de Art Spiegelman, ganador del Premio Pulitzer y reconocido contribuyente a la recuperación de la memoria del Holocausto, la presente comunicación explora lo que significa hablar por, e ilustrar visualmente, las historias personales y violentas de guerra y dictadura. En esta consideración, se cuestiona cómo y por qué características distintivas del medio de los cómics, que incluyen el collage, el intertexto visual, la interacción entre texto e imagen, el diseño de las páginas, y la existencia de espacios (la “alcantarilla”) entre los paneles, los hace un medio especialmente adecuado para transmitir el trauma colectivo de la guerra, la dictadura, y la represión de principios del siglo XX español. La comunicación parte de una base interdisciplinaria en estudios del trauma y la teoría de cómic, al considerar ejemplos de Un largo silencio de Miguel Ángel Gallardo y Francisco Gallardo Sarmiento (1997), Todo Paracuellos de Carlos Giménez (2007), Las serpientes ciegas de Felipe Hernández Cava y Bartolomé Seguí (2008), y El arte de volar de Antonio Altarriba y Kim (2009). Estas novelas gráficas sugieren respuestas provisionales a la cuestión de cómo diferentes medios de comunicación pueden transmitir un pasado violento en el mundo de hoy.