He recibido respuesta de Nuria Enguita, directora del IVAM, a la carta abierta que le escribí hace un par de días. Me alegra saber que las declaraciones en las que manifestaba sus dudas sobre el carácter artístico del cómic “no expresaban en absoluto su pensamiento”. Desde el principio reconoce que el cómic sí es un arte. También disipa las dudas sobre el importante papel desempeñado por el cómic en los últimos años de vida del IVAM. Y no sólo eso, nos adelanta ya alguna de las acciones que llevará a cabo. Al parecer, se ha tratado de una confluencia de imprecisiones y malentendidos. Es de agradecer no vernos obligados a regresar a debates superados gracias, entre otros, a Juan Antonio Ramírez, el primer autor de una tesis doctoral sobre cómic en España y, precisamente, profesor de la directora del IVAM.
Estoy convencido de que los profesionales del cómic seguiremos con interés la programación de la nueva dirección del IVAM, disfrutaremos con las propuestas en torno a la viñeta que nos ofrezca y siempre estaremos dispuestos a colaborar en las actividades que nos solicite. Bien está lo que bien acaba.
Antonio Altarriba
Estimado Antonio,
El pasado 20 de noviembre se publicó en Cartelera Turia una entrevista en la que trascendieron unas declaraciones que no expresan en absoluto lo que pienso y quería decir sobre el arte del cómic. La velocidad con la que discurre una entrevista genera, algunas veces, respuestas que pueden llevar a expresar, de modo impreciso, lo que se quiere decir.
Pienso que no hay “artes” que, por sí mismas, tengan más posibilidades que otras. Eso es lo que aprendí, siendo discípula de Juan Antonio Ramírez, en la Universidad Autónoma de Madrid, en los años ochenta, así como en los encuentros que mantuve con él, durante años, hasta su prematura muerte en 2009. Juan Antonio fue una de las primeras personas en nuestro país que presentó una tesis sobre cómic, allá por los años setenta del siglo XX, y nos empujó, a muchas personas de nuestra generación, a tensar los límites, los marcos, a buscar siempre más allá de lo establecido por los cánones, a ser personas críticas, heterodoxas y sobre todo curiosas, a analizar el mundo que nos rodeaba y cualquiera de sus manifestaciones para incorporarlo al discurso estético y artístico. He pensado mucho en él estos días y me he sentido muy acompañada.
El proyecto que he presentado para dirigir los próximos cinco años el IVAM tiene que ver no solo con el legado de Ramírez, sino con mi forma de pensar y mi trayectoria. La propuesta incluye una programación artística discursiva que no atiende, de entrada, a un carácter disciplinar. No obstante, desarrolla una metodología de trabajo inclusiva de todas las prácticas artísticas de la modernidad y la contemporaneidad, tales como las artes plásticas, visuales, sonoras, gráficas, textil, cómic, videojuegos, e, incluso, las que aún están por nombrar en el vasto archivo de lo profano. Es una propuesta que, además, tiene la imponente colección del IVAM, en su centro.
El museo ha de ser catalizador e impulsor de sinergias a partir de la diversidad, complejidad y riqueza de las prácticas artísticas, pero si queremos ser centrales en un mundo tremendamente diverso, hiperconectado y muy especializado, hemos de trabajar complementariamente entre varias instituciones. El IVAM es y será una de ellas.
Sin duda, el fortalecimiento del IVAM como institución ha sido una de mis prioridades desde mi llegada a la dirección, hace justo dos meses. Así, hemos comenzado un ambicioso proyecto de catalogación y digitalización de los fondos de la Biblioteca-Centro de documentación; entre ellos, la donación de fanzines realizada por Álvaro Pons en 2017. Deseo que continuemos trabajando y colaborando con el sector del cómic, en un futuro que espero prometedor para el IVAM.
Recibe un cordial saludo.
Nuria Enguita
Directora del IVAM