Antonio Altarriba

“Moi, fou” en estrepublicain.fr

Publicado en estrepublicain.fr por Lysiane Ganousse el 25/11/2018

NOTA DE BD’CALÉ: 4/4

Las nuevas “locuras” de hoy.

Este es un trabajo perfecto para nuestra era moderna: inventar nuevos trastornos mentales, darles un nombre y, por supuesto, proponer los remedios que harán la fortuna de los grupos farmacéuticos. Este es el trabajo del Dr. Ángel Molinos. El cuál descubre inesperadamente que su empresa practica pruebas ilegales en pacientes vivos … “Moi, Fou“, sigue a “Moi, assessin“, firmado por el mismo dúo Keko-Altarriba, con la misma belleza gráfica implacable y una inexorable mecánica de historia.

“Nombrar mal las cosas es aumentar la desgracia del mundo” Esta es una cita de Camus cuyo dúo Altarriba y Keko podrían haber hecho su epígrafe. Prefirieron citar a Pascal, tampoco es incongruente.
Aún así, el trabajo de Ángel Molinos, empleado en un Laboratorio de Trastornos Mentales, es darles un nombre para estos trastornos. Mejor (o más bien peor), comienza identificándolos, definiéndolos, localizarlos y describiéndolos antes de asociarlos con una palabra que solo les da legitimidad. Para resumir su pequeña empresa: este mal es nombrado, luego existe.

¿Estrés pre-traumático o simple miedo?

Así, se puede ver la aparición del Síndrome de Tersites (forma de trastorno dismórfico del cuerpo), Neofilia (obsesión por lo nuevo), Misoneísmo por el contrario (rechazo de lo nuevo), Aporofobia (odio a los pobres) o Ritifobia (fobia a las arrugas) e incluso … Estrés pre-traumático.
Os daréis cuenta que para este último término, podríamos conformarnos con la simple palabra “miedo”. “Sí, pero si lo llamamos así”, dice uno de los líderes del laboratorio, “eso suena natural, mientras que esta nueva denominación fomentará la venta de ansiolíticos”.
Ya lo habrás adivinado, esta “patologización” de cualquier comportamiento que se considere atípico, no tiene otro propósito que poner nuevos remedios en el mercado o impulsar la venta de aquellos que ya existen.

Conejillos de indias vivos

Al hacerlo, Ángel Molinos lucha con su moral. Pero al menos este trabajo está bien pagado. Hasta el día en que su propio estado mental comienza a cuestionarlo. Se ve acosado por una pesadilla recurrente, que le recuerda su pasado adolescente homosexual expulsado de su ciudad, está bajo la presión de los líderes del laboratorio que están librando una guerra interna y, abrumado por todo, descubre que su compañía está realizando experimentos clandestinos en seres vivos enclaustrados en un departamento secreto. ¿No estaría nuestro doctor en psicología a punto de caer en la locura?

Trituradora mecánica inexorable

Después de haber firmado el formidable “Moi, Assassin” (premio ACBD 2015), el dúo Altarriba-Keko, se podría decir que se reconstituye en torno a un “segundo caso”. Un caso complicado, incluso más que el individuo, es toda la sociedad moderna en general, el español en particular, que parece someterse al análisis psíquico de nuestros autores. ¿Conducirán su historia (su diagnóstico) con la misma progresión implacable que fue en el volumen anterior?
Este hombre está perdido, tenemos una intuición casi inmediata. Pero la mecánica de la narrativa, el aplastamiento inexorable, nos mantiene en suspenso, en blanco y negro, colores planos, donde los motivos geométricos deshumanizados lo disputan con apariencias simbólicas de pesadilla. Todo mejorado con deslumbrantes apariciones amarillas, como para traer los destellos alucinantes.
Después de esta lectura, nada puede garantizar una total serenidad psíquica. Por otro lado, hay al menos una “enfermedad” que este álbum tiene todos los puntos para curar: el comediante …
En revanche, il est au moins un « trouble » que cet album a tous les risques de conforter : la cómicfilia…

« Moi, fou », por Antonio Altarriba & Keko, Denoël Graphic ; 19,90€ 

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