Antonio Altarriba

EL CAPITÁN TRUENO

Parte del capítulo La Historieta de aventuras del libro La España del tebeo publicado por Editorial: Espasa Calpe en 2001

Se trata, junto a Mortadelo y Filemón, de la serie más popular de la historieta española. Su fama la ha convertido en el emblema, casi en la encarnación misma del tebeo de aventuras. Cuando sus creadores, el guíonista Víctor Mora y el dibujante Arnbrós, iniciaron su publicación en la Editorial Bruguera, no podían imaginar que iba a alcanzar un éxito semejante. Corría el año 1956 y tanto la evolución social y política del país como el agotamiento de algunas fórmulas utilizadas repetidamente por los historietistas se prestaban a la introducción de algunos cambios. Mora y Ambrós acertaron de pleno en este cometido, colmaron las expectativas de un público muy distinto al de la inmediata posguerra y ejercieron una gran influencia en la evolución posterior del medio. En torno al modelo representado por su protagonista aparecieron otros muchos y un nuevo tipo de héroe acabó cuajando. Series como El Jabato, El cosaco verde o El corsario de hierro —también con guión de Mora— están diseñadas en función del mismo esquema argumental, presentando unos personajes muy similares y seguramente buscando aprovechar la popularidad desbordante del original.

Esta que podríamos considerar segunda generación de aventureros toma el relevo de aquellos surgidos en los años cuarenta y que no es que estuvieran cansados -sabemos que el héroe ni se fatiga ni necesita reposo —, pero se movían motivados por unos resortes y persiguiendo unos objetivos cada vez más alejados de la sensibilidad del lector.

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